Preparación del Terreno y Cultivo del Té
El cultivo del té requiere un suelo bien preparado, donde la fertilización natural es clave para mantener la calidad de las plantas. «No se utiliza nada, es 100% natural», nos cuenta Rut, quien ha dedicado años al cultivo y cosecha de té. El proceso comienza con la siembra, que tarda aproximadamente tres años en estar lista para la primera cosecha. «Primero, el té nos da tres años para que crezca un poco; no nos dan permiso para cortarlo hasta que cumple los tres años», explica Rut, destacando la paciencia necesaria para iniciar la producción.
La Primera Cosecha: Selección y Recolección Manual
La recolección del té es un proceso que se realiza principalmente de forma manual. Esta técnica permite seleccionar solo los brotes más jóvenes y tiernos, asegurando que las hojas sean de la mejor calidad posible. Rut recuerda: «Iniciamos desde enero a cosechar el té de la primera cosecha, y aunque ya no recuerdo exactamente, cosechamos más de cuatro puntales». Esta dedicación se refleja en cada taza de té, donde la calidad del producto final depende en gran medida de esta meticulosa selección.
Mantenimiento del Cultivo: Limpieza y Poda
El mantenimiento del cultivo es esencial para asegurar que las plantas de té sigan produciendo hojas de alta calidad. Durante el año, se realizan varias limpiezas y podas para mantener el terreno en óptimas condiciones. Rut comparte su experiencia: «Ahorita acabamos de hacer la limpia… como ustedes se dan cuenta, no hay nada de montes porque están limpiando». Este cuidado no solo ayuda a las plantas a crecer más fuertes, sino que también facilita la recolección.
La poda es otro aspecto crucial del proceso. Se realiza al final de la temporada de cosecha, en octubre o noviembre, para preparar las plantas para el próximo ciclo. «Se hace la poda porque se quita lo viejo ya en enero y empieza a sacar lo nuevo», dice Rut, subrayando la importancia de este paso para la regeneración de la planta.
El Ciclo Anual de la Cosecha de Té
El ciclo de la cosecha de té es continuo y sigue un patrón establecido que permite a las plantas recuperarse y prepararse para la siguiente temporada. Después de la poda, las nuevas puntas comienzan a aparecer, marcando el inicio de un nuevo ciclo. «Al salir las nuevas puntas, las nuevas hojas… empezamos con una nueva cosecha del año nuevo», explica Rut. Este ciclo asegura que cada año, la calidad del té se mantenga y que las plantas permanezcan saludables y productivas.
La Importancia de la Cosecha Natural y Sustentable
Una de las claves del éxito en la producción de té de alta calidad es la utilización de métodos naturales y sostenibles. Como Rut menciona, no se utilizan fertilizantes químicos ni pesticidas en su cultivo: «Abono no se utiliza nada, es 100% natural». Este enfoque no solo es beneficioso para el medio ambiente, sino que también garantiza que el té producido sea puro y libre de contaminantes, algo cada vez más valorado por los consumidores.
Conclusión: La Dedicación Tras Cada Taza de Té
La cosecha de té es mucho más que un simple acto de recolección; es un proceso que requiere paciencia, dedicación y un profundo respeto por la naturaleza. Desde la preparación del terreno hasta la selección cuidadosa de las hojas, cada etapa es fundamental para asegurar que el té que llega a nuestras tazas sea de la más alta calidad. Rut y su equipo son testigos de esto, trabajando incansablemente para mantener las tradiciones y técnicas que han sido perfeccionadas a lo largo de los años.